Claves para una boca sana en el Día Mundial de la Salud Oral
El próximo 20 de marzo celebramos el Día de la Salud Oral. Esta es una fecha importante para todos y todas las profesionales de la salud bucodental, pero también lo es para la población en general. Ya que, su objetivo es destacar y concienciar sobre la importancia de las acciones para mejorar la salud oral. Recuerda que, mejorando nuestra salud oral, influiremos también en la salud general o salud sistémica.
La caries es la enfermedad bucal y la enfermedad no transmisible con mayor prevalencia a nivel mundial. Se calcula que aproximadamente 2400 millones de personas sufren caries en sus dientes permanentes. Si observamos los datos en edades más tempranas, unos 490 millones de niños sufren caries dental en sus dientes de leche.
Pero la caries no es la única enfermedad que afecta a nuestros dientes. La gingivitis y la periodontitis (mucositis y periimplantitis cuando se da en implantes) afectan a millones de personas cada año.
Estas dos etapas de la enfermedad de las encías tienen serias consecuencias en nuestra salud bucodental. Cabe destacar que también pueden afectar a nuestra salud general.
Al final, las encías son la puerta de entrada de las bacterias al resto del organismo. Además, la boca y el cuerpo guardan una estrecha relación. Las enfermedades bucodentales incluso comparten factores de riesgo con otras enfermedades sistémicas.
Factores de riesgo compartidos entre enfermedades orales y enfermedades no transmisibles en general
Muchos de los factores de riesgo modificables de las enfermedades orales son compartidos con otras enfermedades no transmisibles. Enfermedades como, por ejemplo, la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardíacas.
Entre los factores de riesgo compartidos se incluyen malos hábitos como el tabaquismo o una dieta alta en azúcares. Así como, el consumo de niveles perjudiciales de alcohol. A estos, hay que sumarles una inadecuada o incompleta higiene oral diaria.
¿Qué pasos debo seguir para una higiene oral completa?
Prevenir la caries y la enfermedad de las encías es tan sencillo como seguir diariamente estos tres pasos:
1. Cepíllate con un cepillo de filamentos suaves:
Es muy importante utilizar un cepillo de dientes de filamentos suaves para el cuidado de tus dientes.
A su vez, es recomendable que utilices pasta adaptada a tus necesidades particulares. Por ejemplo, una pasta de dientes para sensibilidad, una de cuidado diario de dientes y encías, o incluso pasta de dientes antimanchas.
Eso sí, siempre tienes que asegurarte de que contengan flúor. De esta manera, te aseguras de que elimina eficazmente la placa bacteriana que se forma en la superficie del diente.
2. Incluye una solución interdental a tu higiene oral:
Utiliza una solución interdental que te resulte cómoda y eficaz. Puedes optar por utilizar hilo dental si tienes apiñamiento o un espacio muy estrecho entre los dientes.
Si te resulta complicado utilizar hilo dental o tienes espacios de diversos tamaños, también dispones de una variedad de interdentales. Los filamentos de goma del palillo interdental te ayudarán a eliminar restos de comida y placa de forma suave con dientes y encías. Además, son muy sencillos de utilizar y, por lo tanto, de incluir en tu rutina diaria.
Por último, los cepillos interdentales también son una herramienta óptima para la higiene entre los dientes. En este caso, puedes encontrarlos en un rango muy amplio de tamaños. Sus filamentos de nylon están recubiertos de clorhexidina, lo que permite usarlos hasta una semana.
Descubre más sobre cómo elegir el interdental más adecuado.
3. Utiliza un enjuague bucal después del cepillado:
Enjuágate con un colutorio adecuado después del cepillado. Así, prolongarás la protección de dientes y encías y reforzarás el esmalte. Recuerda dedicarle los últimos 30 segundos al enjuague.
¡Con estos tres pasos conseguirás una higiene oral completa!
Descubre más sobre cómo cepillarte de forma adecuada