¿Por qué es importante hidratarse en verano?
¡Hidratarse en verano es todo un reto! Con el calor y el cambio de hábitos de alimentación es normal que nos deshidratemos con más facilidad. También en esta época del año nuestro organismo produce menos saliva. Por lo que debemos estar al tanto para evitar así problemas de salud.
Síntoma de deshidratación: sequedad de boca
La xerostomía o sequedad de boca es la sensación de sequedad que percibe una persona por falta de saliva. No es una enfermedad en sí misma. Sino más bien un síndrome que provoca el mal funcionamiento de las glándulas salivales. Provocando así, que no generen la cantidad de saliva que deberían.
El hecho de tener más o menos saliva puede parecer poco relevante. Pero la saliva cumple un importante papel en la salud bucodental. Por un lado, humedece los tejidos de la boca facilitando el habla, la masticación. Por otro lado, tiene una función de protección oral regulando la acumulación de bacterias. Y previniendo así la aparición de caries, enfermedades en las encías o halitosis.
Aunque no ocurre solamente en verano, existen muchos motivos que propician su aparición como la ingesta de medicamentos. Pero una de las causas principales de la sequedad bucal es la falta de hidratación corporal, que normalmente se da en épocas de calor.
Otro factor que afecta a la sequedad de boca es tener una higiene bucal deficiente. Especialmente en las vacaciones, cuando cambiamos nuestros hábitos y horarios. Esto conlleva el aumento de la placa bacteriana, la inflamación de las encías, mal aliento o infecciones gingivales.
¿Qué puedes hacer para hidratarte en verano?
Para hidratarte en verano y en las épocas de calor puedes seguir estos sencillos pasos que te damos a continuación:
1.- Beber agua:
Parecerá muy obvio, pero el cuerpo necesita beber mínimo dos litros de agua diarios para estar correctamente hidratado. Y más en épocas de calor donde perdemos agua a través del sudor.
2.- Mantener la temperatura de tu cuerpo:
Para evitar un golpe de calor es muy importante tener la piel hidratada y el cuerpo a una temperatura ni muy alta ni muy baja. Para ello, debes evitar los contrastes térmicos al entrar o salir de algunos sitios. Como, por ejemplo, lugares climatizados o coches que han estado expuestos al sol muchas horas.
3.- Llevar una botella de agua:
Es recomendable llevar una botella de agua en la mochila, el bolso, en una bolsa si pasamos varias horas fuera de casa. O, en varios lugares a lo largo del día. De esta manera te aseguras, estés donde estés, tener una fuente de hidratación.
4.- No beber agua que haya estado expuesta al sol:
No bebas agua que haya estado expuesta al sol durante demasiadas horas. En el caso de las botellas de plástico, con el calor existe la posible alteración y migración de componentes del plástico. Estos, pueden ir a parar al agua y son perjudiciales para tu salud, además no hidratan correctamente tu cuerpo.
5.- Probar bebidas hidrantes alternativas:
Si eres de los que les cuesta beber agua ¡Prueba bebidas hidratantes alternativas! Hay muchas maneras de ingerir la cantidad necesaria al día, cómo batidos, zumos naturales de frutas, infusiones y tés helados.
Pero no se debe confundir con los refrescos azucarados o parecidos para luchar contra el calor. Ya que, el abuso de bebidas ácidas (limonada, naranjada…) o azucaradas (batidos, refrescos) favorece el desgaste del esmalte dental. Y, propicia la aparición de caries. Además, los refrescos veraniegos suelen estar muy fríos y pueden causarte sensibilidad dental.