La diferencia entre las encías sensibles, la gingivitis y la periodontitis
La sensibilidad y el dolor de encías no son algo infrecuente, pero no deben ser ignoradas. Detectar y abordar este tipo de señales tempranas para problemas más graves es un aspecto muy importante del cuidado bucal preventivo.
¿Cómo se puede diferenciar entre la sensibilidad dental ocasional y los problemas progresivos como la enfermedad de las encías? Comienza por entender la diferencia entre las encías sensibles y los síntomas de la enfermedad de las encías.
Encías sensibles: ¿qué significan?
El dolor de encías, caracterizado por una inflamación leve y un ligero dolor en las encías, a menudo puede ser un síntoma de gingivitis. En otros casos, sin embargo, no es tan preocupante. Cuando el dolor es localizado y poco frecuente, una de las causas más comunes es un cepillado o limpieza interdental inadecuados.
Si te cepillas ejerciendo demasiada presión, usas hilo dental con excesiva fuerza o utilizas mal los cepillos o palillos interdentales, es posible que estés dañando las encías. Si usas un cepillo de dientes con filamentos duros, cambiar a un cepillo de dientes de filamentos suaves o incluso extrasuaves podría ser una forma rápida de calmar la sensibilidad. Los filamentos rígidos pueden causar irritación innecesaria en las encías. Con el tiempo, esto puede provocar recesión en las encías y puede dañar los dientes e incluso provocar erosión en el esmalte y sensibilidad dental. Los cepillos de filamentos suaves son igualmente efectivos, pero mucho más delicados con dientes y encías.
Para obtener más información sobre cómo encontrar las herramientas adecuadas para cuidar de tu salud oral, lee nuestra guía sobre cómo elegir el cepillo de dientes adecuado.
Si bien es una posible causa, en muchos casos se asume con demasiada rapidez que el dolor en las encías es producto de un cepillado agresivo. Como resultado, estas personas pueden evitar cepillar a lo largo de la línea de las encías. Así, solo se consigue que el enrojecimiento y la irritación persistan. Esto se debe a que las bacterias son la causa principal de los problemas de las encías - no el cepillado. Permitir que las bacterias se acumulen a lo largo de la línea de las encías solo agrava el problema, que puede tener un resultado más grave como la enfermedad de las encías.
Si sufres encías sensibles e irritación, tienes que adoptar una estricta rutina de higiene bucal: cepíllate dos veces al día, limpia entre los dientes, lleva una dieta saludable y bebe agua. Si la sensibilidad persiste, un cepillo de dientes diseñado para encías sensibles puede hacer que el cuidado bucal sea más cómodo.
Gingivitis: cuando la enfermedad de las encías comienza a aparecer
La gingivitis, la etapa inicial de la enfermedad de las encías, no siempre es dolorosa y, por lo tanto, no es fácil de identificar. Los síntomas más comunes son enrojecimiento persistente y encías inflamadas. También es bastante común sangrar de las encías después de cepillarse o de usar hilo dental. Es importante recalcar que bajo ninguna circunstancia es normal sangrar de las encías - si el sangrado persiste después de una semana de seguir una rutina de higiene bucal completa y exhaustiva, es conveniente que visites a tu dentista. Lo ideal es acudir al dentista dos veces al año para prevenir cualquier problema.
Cuando acudas a la consulta, es probable que tu dentista te explique que el sangrado se debe a un cuidado insuficiente de las encías. Hay otras causas como la ingesta de medicamentos o el embarazo, pero la atención inadecuada es más típica. Es habitual que muchas personas se cepillen menos alrededor de las encías cuando experimentan irritación o sangrado. Pero, de hecho, deben cepillarse más y mejor para eliminar la acumulación de placa a lo largo de la línea de las encías.
La buena noticia es que la gingivitis es una afección reversible que se previene fácilmente con una rutina adecuada en el hogar. Este problema no desaparecerá por sí solo; necesitarás una rutina de higiene oral completa y estricta para eliminar la placa y mitigar la enfermedad de las encías. Debes:
- Cepillarte dos veces al día con un cepillo de dientes de filamentos suaves para calmar las encías sensibles
- Limpiar al menos una vez al día entre todos los dientes, prestando especial atención a las áreas de difícil acceso
- Utilizar productos especializados contra la gingivitis como un enjuague bucal o una pasta de dientes adaptados
- Visitar a tu dentista dos veces al año para una limpieza y una revisión
Es posible que tu dentista o higienista te indique las áreas a las que más atención debes prestarles. Además, te proporcionará consejos e instrucciones sobre cómo cepillar correctamente, cómo limpiar entre los dientes, y cómo enjuagarte adecuadamente. Con un cuidado bucal diario correcto, puedes revertir y eliminar la gingivitis antes de que empeore.
Periodontitis: cuando los problemas de las encías se vuelven graves
La gingivitis no controlada puede evolucionar hasta llegar a la etapa más grave de la enfermedad de las encías: la periodontitis. Además de irritación grave, sangrado, dolor o sensibilidad, puedes notar que se te mueven los dientes, o que se ve la raíz del diente. También puedes experimentar aliento desagradable y/o bolsas (espacios que se llenan con placa) entre las encías y los dientes. ¡Esta es una condición que es mejor evitar a tiempo!
Desafortunadamente, cuando la enfermedad de las encías alcanza esta fase, la pérdida de las estructuras de soporte alrededor de los dientes ya se ha producido, lo cual es irreversible. Como resultado, se necesitan procedimientos más invasivos y una amplia y exhaustiva atención en casa para manejar el problema. Entender la gravedad de la enfermedad y la importancia del tratamiento es crucial para minimizar la pérdida ósea y, en última instancia, la pérdida de dientes.
Para tratar la periodontitis es imprescindible la intervención de un profesional en la clínica dental. El tratamiento puede incluir el raspado de los dientes y el alisado radicular para eliminar la placa de las bolsas y hacer que la enfermedad sea más manejable. Tu dentista también puede recomendarte tomar antibióticos. Para las personas con una forma más avanzada de degeneración ósea y de las encías, es posible que haya que ralizar cirugía para tratar las bolsas en las encías y la pérdida ósea. Las visitas rutinarias también son esenciales. Así, el dentista podrá monitorear la progresión de la enfermedad e implementar nuevos tratamientos cuando sea necesario.
La atención dental preventiva es clave en la mitigación de las enfermedades
No es una coincidencia que la gingivitis conduzca a la periodontitis. ¡La enfermedad de las encías es progresiva! Y su prevención va más allá del simple cepillado. Si bien la mala higiene bucal es sin duda la causa más común de gingivitis y un catalizador para la degeneración de las encías, otros factores pueden aumentar el riesgo:
- Fumar
- Dieta
- Enfermedades sistémicas, como la diabetes
- Historia familiar
- Embarazo
Incluso las personas sanas con buenos hábitos de cepillado pueden desarrollar enfermedad de las encías a medida que envejecen o a través de otros factores (por ejemplo, estrés). Por esta razón, es importante que reconozcas los signos de advertencia de la gingivitis y de la periodontitis y que implementes medidas preventivas lo antes posible. Con la acción proactiva, puedes evitar que evolucione más.
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