Úlceras bucales: causas, tratamientos y métodos de prevención
Las úlceras bucales no son infrecuentes, pero pueden ser muy desagradables. Muchas personas experimentan este problema en algún momento de sus vidas. Es cierto que, aunque causa muchas molestias, en la mayoría de los casos es algo aislado. En otros casos, las llagas en la boca pueden señalar problemas de salud bucal más graves que es necesario conocer y solucionar.
Este post te ayudará a entender la diferencia entre los tipos de úlceras bucales, por qué ocurren, cómo prevenirlas y cómo tratarlas.
¿Qué son las úlceras bucales?
Las úlceras bucales son llagas dolorosas que aparecen dentro de la boca. Pueden aparecer tanto en la lengua, las encías o el paladar, como en la cara interna de las mejillas o los labios. Tienden a ser redondas u ovaladas en forma, y de color blanco, amarillo o gris con un halo enrojecido e hinchado alrededor. En muchos casos, estas heridas en la boca sobresalen ligeramente y puedes sentirlas al pasar la lengua o el dedo sobre la zona afectada. Esto también hace que sea demasiado fácil morderlas mientras masticas.
Hay diferentes tipos de úlceras bucales, que de hecho es un término más amplio. Aquí te presentamos una guía rápida para entender las distinciones.
Diferentes tipos de llagas en la boca
Las úlceras bucales son un término general para las llagas en la mucosa oral, la capa blanda que cubre el interior de la boca. Los dos tipos más comunes de llagas en la boca incluyen:
- Úlceras aftosas: pequeñas lesiones que aparecen dentro de la boca. Las úlceras aftosas no son contagiosas, pero a veces pueden dificultar la masticación, el hablar o tragar.
- Úlceras traumáticas: la mucosa oral es un tejido sensible que se daña fácilmente. Por ejemplo, por calor o frío, mordida accidental, por cortes con bordes afilados, por comer alimentos duros o afilados. Incluso por estímulos químicos o de irradiación. Lesiones como estas se llaman úlceras traumáticas.
También hay varias afecciones más graves, como gingivostomatitis y candidiasis oral, pero afectan principalmente a los niños. En este caso, nos centraremos en la primera categoría, úlceras aftosas. Así que echemos un vistazo a por qué suceden, y cómo se puede prevenir mejor.
¿Cuáles son las causas de las úlceras aftosas?
Como mencionamos anteriormente, el interior de la boca tiene una capa superior protectora, la mucosa oral. Esta mucosa se ve afectada o dañada en caso de aftas, dejando las células nerviosas expuestas. Una vez expuestas, estas terminaciones nerviosas pueden irritarse todavía más por alimentos, bebidas, saliva e incluso al contacto con el aire.
A pesar de que muchas personas se ven afectadas por estas llagas en la boca, no se sabe mucho sobre las causas exactas. Sin embargo, los expertos han sugerido algunos factores predisponentes:
- Genética. En muchos casos, las personas que sufren de úlceras aftosas recurrentes tienen parientes (cercanos) que tienen el mismo problema.
- Daño físico en la boca y el tejido oral. Tal vez te mordiste la parte interior de la mejilla demasiado fuerte, o bebiste algo demasiado caliente. Este tipo de daño también es causado con frecuencia por aparatos dentales y de ortodoncia. Por ejemplo, es probable que alguien que esté empezando con un tratamiento de ortodoncia tenga un mayor riesgo de sufrir estas heridas en la boca. .
- El estrés puede contribuir a la aparición de estas úlceras. Esto es cierto para una gran variedad de problemas de salud. Cuando las personas están tratando con altos niveles de estrés mental tienden a ser más susceptibles a numerosos problemas. La evidencia sugiere que las úlceras aftosas están entre ellos.
- Cambios hormonales, disfunción inmunitaria, deficiencias nutricionales (como vitaminas, hierro o ácido fólico), y reacciones alérgicas también se cree que contribuyen a su aparición.
- Factores sistémicos. Enfermedades como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el VIH. Discutiremos esto con más detalle a continuación.
Dado que los expertos no saben exactamente qué las causa, en términos generales, no hay una manera segura de prevenirlas. Pero hay hábitos y rutinas diarias que podemos implementar para disminuir la probabilidad de que aparezcan.
Cómo prevenir las úlceras aftosas
Desafortunadamente, prevenirlas es muy difícil. Cuando hay un factor único claro que está causando que se desarrollen, es posible identificar y abordar ese problema. Aunque a menudo, este no es el caso. De todas formas, vale la pena monitorizar posibles conexiones y compartir información con tu dentista.
Si estás experimentando aftas recurrentes, el paso más importante es prestar atención a los patrones y correlaciones en relación con el problema. Incluso podrías considerar llevar un diario de lo que consumes. Cuando aparecen las úlceras aftosas, ¿puedes relacionarlas con algo que has comido o bebido? ¿Es posible que hayas tenido una reacción a un medicamento? ¿Tienes falta de una o más vitaminas o nutrientes específicos esenciales en tu dieta?
Con tu rutina de cuidado bucal, deberás prestar atención a los posibles vínculos con las úlceras bucales. Es posible que ciertos productos o acciones puedan facilitar su aparición. Considera utilizar productos con ingredientes o materiales suaves (es decir, cepillos de filamentos suaves).
Cómo tratar las úlceras aftosas
Estas pequeñas lesiones son un dolor con el que lidiar mientras está presente. Así que, veamos qué opciones existen para aliviar el dolor de forma inmediata y acelerar la curación.
El mejor tratamiento para las úlceras es un producto que añade una capa protectora sobre la úlcera. Previniendo una mayor exposición a estímulos externos como el aire, los alimentos y las bebidas que pueden irritar e inflamar la herida.
GUM ofrece una línea de tratamiento de úlceras aftosas bajo la gama GUM® AftaClear que sirven para este mismo propósito. Dependiendo de tus preferencias, puedes encontrar:
- Spray GUM AftaClear: una solución muy fácil de utilizar fuera de casa.
- Gel GUM AftaClear: ideal para aplicaciones en casa.
- Colutorio GUM AftaClear: para usar después del cepillado y la limpieza interdental o cuando aparecen aftas en varias zonas de la boca.
Como regla general, también es aconsejable evitar alimentos y bebidas ácidas o picantes mientras persistan las llagas en la boca.
Úlceras bucales: implicaciones para la salud oral y general
Si tienes úlceras aftosas recurrentes, es posible que te preguntes a ti mismo si es algo de lo que preocuparte. Cuando son especialmente graves o recurrentes, pueden estar asociadas con problemas de salud más graves. Como, por ejemplo, enfermedades inflamatorias intestinales (como la enfermedad de Crohn), enfermedad celíaca y deficiencias del sistema inmunitario.
Si notas que las úlceras que te salen son especialmente grandes, dolorosas, frecuentes o persistentes, es recomendable que consultes con tu médico. Es posible que el dentista pueda ayudarte con problemas ocasionados por aparatos de ortodoncia o lesiones en la boca. Pero las afecciones subyacentes más graves pueden requerir la atención de un médico.
La conclusión, sin embargo, es que las úlceras son muy normales (se estima que 1 de cada 5 personas las padece regularmente). En general, no son especialmente preocupantes a pesar de que pueden ser bastante molestas.
Sigue una rutina de higiene oral completa, realiza un seguimiento de cuándo están apareciendo y trátalas proactivamente cuando las padezcas.