Tipos de heridas en la boca y cómo tratarlas
Las úlceras bucales son heridas muy comunes, aunque también muy molestas. Generalmente, desaparecen en una semana aproximadamente por sí solas, aunque lo más recomendable es tratarlas adecuadamente para acelerar el proceso de curación y aliviar los síntomas incómodos, como el dolor y la inflamación.
¿Las aftas son contagiosas?
Es importante que no confundas las llagas con un herpes, ya que las causas de su aparición son diferentes. Las aftas son un tipo de lesión que se manifiestan en la boca o en la lengua, y aunque sus causas no se conocen con exactitud, se cree que pueden aparecer por una combinación de factores como el estrés, cambios hormonales, disminución de defensas o por pequeñas heridas. En cambio, un herpes es una infección viral que puede aparecer tanto dentro como fuera de la boca y resulta contagioso al contacto. Además, en este último caso, es el virus del herpes el que provoca que aparezcan una considerable cantidad de pequeñas ampollas llenas de líquido.
Distintos tipos de llagas bucales
En ocasiones, las úlceras en la boca aparecen por el roce de un aparato dental como una dentadura postiza o un aparato de ortodoncia. Existen diferentes tipos de aftas o llagas en función de su tamaño, forma, patrón de presentación o ubicación. Descubre a continuación dónde aparecen estas heridas y cuáles son las más habituales.
- Boca. En ocasiones aparecen una serie de heridas dentro de la boca de tamaño muy pequeño y que suelen ser de color gris con sus bordes rojos. Si es tu caso, puedes recurrir al gel GUM® AftaClear, perfecto para usar cuando se tiene una llaga localizada.
- Lengua. En este caso son heridas redondas u ovaladas, y de color blanco.
- Encía. Son similares a un corte y pueden ser de color muy rojo o blanco. Se recomienda el uso de GUM AftaClear Colutorio para deshacerse de estas heridas en menos tiempo.
Otros tipos de heridas bucales
Los herpes y las llagas no son las únicas heridas que pueden aparecer en tu boca. De hecho, hay otros tipos conocidos como son:
- Absceso dental. Es una acumulación de pus causada por una infección bacteriana que pueden darse tanto en el nervio dental como en las encías. Para que esto no suceda, hay que tener una higiene bucal excelente.
- Boqueras. Este tipo de lesiones hacen su aparición en la comisura de los labios debido a una afección que se conoce como queilitis angular de tipo benigno, apareciendo unos parches rojizos y fisuras en la unión de los labios. Pueden ser causadas por diferentes afecciones, desde una infección por hongos a una prótesis mal ajustada o un déficit nutricional. Por lo tanto, su tratamiento variará.
- Mucocele. Es una herida muy habitual en la boca. Se trata de un bulto que aparece en las mucosas orales debido a una acumulación de saliva por debajo de la piel. Generalmente, no es molesto, aunque si aparece y no se va, puede darse el caso de tener que recurrir a la cirugía oral para poder extirparlo.
Cada uno de estos problemas tiene una solución particular y deberá ser tu médico, farmacéutico o dentista quien te indique cuál es el tratamiento a seguir.
¿Cómo se pueden tratar las aftas bucales?
A la hora de ayudar a que las úlceras de la boca se curen con más facilidad, a aliviar el dolor y a conseguir acelerar la curación de un afta puedes hacer lo siguiente:
- Usar un gel que te permita aplicar fácilmente el producto sobre la zona y que este se quede adherido durante el máximo tiempo posible. Descubre el gel GUM AftaClear con ácido hialurónico que, gracias a sus 3 ingredientes mucoadhesivos, se fija con facilidad a la herida.
- Para mayor facilidad aplicando el producto fuera de casa, puedes optar por una versión en spray. Por ejemplo, el spray para aftas GUM AftaClear.
- Si las llagas están diseminadas por diferentes partes de la boca, lo más cómodo es enjuagarte con una solución como el colutorio GUM AftaClear. Este producto genera una barrera que ayuda a proteger la herida de estímulos externos, además de acelerar su curación. Por lo tanto, proporciona un alivio inmediato del dolor y las molestias.
- En caso de no tener en casa ninguno de estos productos y mientras te haces con ellos, puedes aplicarte un poco de hielo en la zona afectada. Eso sí, envuelto con una toalla, ya que si lo pones directamente en la piel podrías quemarte. Esto te permitirá calmar el escozor y dolor mientras adquieres lo necesario para curar la úlcera bucal.
- Tener una buena higiene bucal adecuada es fundamental en todo momento, especialmente si tienes una llaga. Para ello, primero tendrás que limpiar los espacios que hay entre las piezas dentales con una solución interdental suave como los interdentales de goma. Después, deberás usar un cepillo dental de filamentos suaves o medios y un dentífrico con flúor suave y de perfil natural. También hay que evitar productos de salud oral con ingredientes potencialmente irritantes como el alcohol. Recomendamos el dentífrico y colutorio GUM ActiVital , con fórmula suave y acción calmante, antiinflamatoria y cicatrizante.
- Si el dolor o las molestias son excesivos, consulta a tu médico o farmacéutico para que te haga una evaluación personalizada y te ofrezca un tratamiento específico.