oct. 24, 2023 - 1 minuto de lecturaMinutos de lectura

Definición Microbiota Oral

La microbiota oral representa todos los microorganismos que pueblan nuestra boca. Se compone principalmente de bacterias, algunas beneficiosas, otras patógenas. Su convivencia en equilibrio es esencial para nuestra salud y nuestras defensas inmunitarias.

Contenido

Un conjunto de microorganismos que viven en simbiosis en nuestra boca

La microbiota oral se refiere a todos los microorganismos vivos en la cavidad oral. Estos son principalmente bacterias, pero también virus, levaduras ...

Algunos son patógenos, otros beneficiosos para nuestra salud, pero viven en equilibrio. Sin embargo, a veces este equilibrio se altera, causando enfermedades.   

La diversidad y especificidad de nuestra microbiota oral se adquiere al nacer, pero luego cambia y se enriquece con la aparición de los primeros dientes. Puede ser más o menos modificada por nuestros comportamientos: dieta, higiene bucal, medicamentos, flujo salival y la condición de las diferentes superficies orales (mucosas , encías, dientes, superficie lingual) que cambian naturalmente con la edad y en las que se adhieren los microorganismos (1).


¿Sabías que...

la microbiota también contribuye al olor de nuestro aliento? De hecho, las bacterias orales liberan compuestos volátiles olorosos.


¿Para qué sirve la microbiota oral?

Afecta directamente a la salud de la cavidad bucal y a las patologías de la misma. Al comunicarse con otros órganos y con el medio ambiente, también contribuye a la salud general o enfermedad del huésped.

Muchos factores pueden desequilibrar esta flora oral: estrés, tabaco, antibióticos, higiene bucal insuficiente y, por supuesto, la dieta. Sin embargo, si las bacterias patógenas crecen rompiendo el equilibrio, por ejemplo en la placa dental o en una bolsa periodontal (entre la encía y el diente), causan enfermedades bucales: caries, gingivitis o periodontitis.

¿Cómo restaurar la microbiota oral?

Mejorando la alimentación y la higiene bucal, y eliminando los factores de riesgo cuando han sido identificados.

El exceso de azúcar es bien conocido por promover la proliferación de bacterias patógenas que se alimentan de él. Un exceso o deficiencia de proteínas también puede alterar el equilibrio bacteriano, al igual que el pH oral. De ahí la importancia de una dieta sana y equilibrada.

La higiene bucal también es esencial para eliminar diariamente la placa dental, que es un biofilm bacteriano, y evitar la multiplicación de microorganismos en superficies orales y en espacios interdentales. Presta especial anteción a la hora de elegir un enjuague bucal, ya que no debe ser demasiado agresivo para la flora oral. Esto es, no debe destruir tanto patógenos como bacterias buenas. También es necesario realizarse una limpieza profesional al menos una vez al año para eliminar el sarro .

Finalmente, es imperativo tratar cualquier infección oral temprana para evitar que se propague a los tejidos cercanos, o incluso que llegue a órganos distantes si las bacterias se unen directamente a otra microbiota como la microbiota intestinal o los pulmones o pasan al torrente sanguíneo.

¿Probiótico para la boca?

Los probióticos, como algunos LactobacillusBifidobacterium, son una ayuda interesante para reequilibrar la microbiota oral. Se trata de llevar bacterias buenas (cercanas a las que suelen hospedarse) para combatir mejor las negativas. Se encuentra naturalmente en alimentos fermentados como yogures, quesos, pero también en vegetales lactofermentados (chucrut, miso), kéfir, pan de masa fermentada, etc. También vienen en forma de suplementos dietéticos en tabletas para tomar por vía oral, siempre en combinación con una buena higiene bucal y alimentaria.

Algunos estudios han mostrado que los probióticos pueden ser útiles para combatir las bacterias orales patógenas y ayudar a prevenir el desarrollo de caries, gingivitis, periodontitis y mal aliento (2).

Fuentes:

(1) Kerr WJ, Kelly J & Geddes DA (1991) Las áreas de varias superficies en la boca humana desde los nueve años hasta la edad adulta. 1991 Diciembre; 70(12):1528-30.

(2) Teughels W et al., Probiotics and oral health care, Periodontology 2000, 2008, 48:111–47.

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