oct. 24, 2023 - 1 minuto de lecturaMinutos de lectura

Definición Gingivitis

La gingivitis es una inflamación muy común de las encías.

Síntomas de gingivitis: encías enrojecidas, encías inflamadas pero generalmente no dolorosas, y sangrado al cepillarse.

Causas: la principal causa de la gingivitis es la placa dental, pero puede verse favorecida por muchos factores (edad, medicamentos, enfermedades, variaciones hormonales, estrés, tabaco...).

Cómo tratar la gingivitis: higiene bucal completa (higiene interdental, cepillado dental y enjuague) y limpieza profesional en la clínica dental.

Riesgos: si no se trata, la inflamación puede extenderse a los tejidos subyacentes y alcanzar el hueso de soporte de los dientes. Esto se llama periodontitis, una condición más grave que es difícil de tratar y que puede llegar hasta el aflojamiento de los dientes o incluso su caída.

Contenido

Definición y síntomas de la gingivitis

La gingivitis es una enfermedad infecciosa, que se manifiesta por la inflamación de las encías.

Es típicamente reconocido por sus tres síntomas principales:

  • Encías inflamadas.
  • Encías enrojecidas.
  • Encías que sangran fácilmente al cepillarse, usar un interdental o comer alimentos duros.

La gingivitis generalmente no es dolorosa. Cuando lo hace, es un signo de complicación, lo que indica que la inflamación se ha extendido a los tejidos subyacentes.

¿Qué causa la gingivitis? Placa dental

La gingivitis está relacionada con el desarrollo de la placa dental. Esto consiste en restos de alimentos y saliva, formando una especie de depósito suave en la superficie de los dientes. También es el lugar ideal para el desarrollo de bacterias orales. Poco a poco, pueden dañar el esmalte que cubre los dientes aumentando el riesgo de caries, o las encías propiciando la aparición de inflamación (gingivitis). 

Si la causa principal es la formación de placa dental, es probable que muchos factores promuevan la inflamación de las encías. Comenzando con la edad avanzada, la predisposición genética (algunas personas son más susceptibles a la enfermedad de las encías), el tabaco, que es un poderoso factor inflamatorio, el estrés, el bruxismo o el rechinar de dientes, ciertos medicamentos y enfermedades como la obesidad, las fluctuaciones hormonales o una prótesis dental mal ajustada que crea fricción. 

¿Cómo tratar la gingivitis? Un ritual oral de higiene oral completo

Una higiene bucal adecuada y completa es esencial en el tratamiento de la gingivitis para frenar la acumulación de placa y detener la inflamación de las encías.

Consta de 3 sencillos pasos:

  1. Limpiar entre los dientes usando un interdental de goma, un cepillo interdental o hilo dental.
  2. Cepillarse los dientes 2 veces al día durante 2 minutos utilizando un cepillo de dientes de filamento suave para no dañar las encías, y un dentífrico con flúor. También recuerda cepillarte la lengua una vez al día, ya que alberga una gran cantidad de bacterias (también responsables del mal aliento). 
  3. Termina este ritual con un enjuague bucal antiséptico sin alcohol durante el período en que la gingivitis está presente.

Recuerda también visitar a tu dentista al menos una vez al año para realizar una limpieza profesional. De hecho, a largo plazo, la placa dental se espesa y endurece formando sarro que solo el dentista o higienista puede eliminar.

Evolución de la gingivitis y riesgo de complicaciones: periodontitis

La gingivitis, aunque es reversible, no debe descuidarse, porque la inflamación puede extenderse a los tejidos subyacentes (cemento, ligamento, hueso) y evolucionar en periodontitis. Es entonces una enfermedad potencialmente grave e irreversible, que eventualmente conduce al aflojamiento de los dientes y la posible pérdida de los mismos. En otras palabras, la gingivitis debe considerarse como una señal de advertencia de periodontitis que debe tomarse en serio y tratarse con rapidez.

La inflamación también puede tener repercusión en otros órganos. Al pasar al torrente sanguíneo, las bacterias de la placa pueden llegar a los pulmones, el corazón, el cerebro... y causar trastornos pulmonares y vasculares, agravar la diabetes o aumentar el riesgo de parto prematuro en mujeres embarazadas.

 

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