Sangrado de encías cuando te cepillás los dientes: ¿qué significa?
Al contrario de lo que muchos podemos pensar, el sangrado de encías al cepillarnos los dientes no es normal. Aunque nos pase a veces o de manera continua, no es algo que debamos ignorar.
El sangrado de encías puede ser uno de los síntomas de la enfermedad periodontal. Es posible, además, que esta señal vaya acompañada de otras como mal aliento, inflamación, dolor o incluso recesión de encías.
¿Qué suele provocar el sangrado de encías?
Generalmente, el sangrado de encías es una consecuencia directa de la acumulación de placa bacteriana. La placa es una biopelícula de color amarillo pálido, suave y pegajosa. Esta biopelícula se forma en la superficie del diente, alrededor de las encías y entre los dientes. Esas bacterias, los restos de alimentos y la saliva se combinan para formar lo que se conoce como placa.
Esta es la razón más habitual del sangrado gingival, aunque existen otras razones por las que pueden sangrar las encías como un cepillado incorrecto o no utilizar de forma correcta el hilo dental. Para saber cómo cepillarte los dientes de la manera correcta podés visitar el siguiente artículo:
Cómo prevenir o parar el sangrado de encías:
Si notás que te sangran las encías, en primer lugar, tenés que acudir a tu odontólogo. Él o ella te va a realizar un diagnóstico individualizado y las pautas necesarias para tu situación particular.
De igual manera, prevenir el sangrado es fácil si recordamos estos pasos:
1. Cepillate los dientes diariamente:
Utilizá un cepillo de filamentos suaves, al menos dos veces al día y mínimo durante dos minutos. Es muy fácil, recordá la regla 2x2: 2 veces al día x 2 minutos. Usá una pasta con flúor que se adapte a tus necesidades. Existen pastas de dientes para dientes y encías sensibles, como nuestra pasta de dientes Sensitive Care y pastas para eliminar manchas como la crema blanqueadora Whitening Plus®.
Para una limpieza en profundidad por debajo de la línea de las encías, podés optar por un cepillo de dientes eléctrico. Además, también es ideal para un cepillado más eficaz y completo. Es el caso, por ejemplo, del Cepillo de Dientes GUM® SONIC POWER, que penetra 45 veces más debajo de la línea de las encías*.
2. Limpiá entre tus dientes:
Es imprescindible limpiar entre los dientes después de cada cepillado. Podés elegir entre utilizar hilo dental, palillos o cepillos interdentales en tu rutina de higiene oral diaria.
Si utilizar hilo dental para eliminar la placa entre los dientes te resulta complicado, podés optar por los palillos interdentales de goma GUM® llamados Soft-Picks™ Original. Su facilidad de uso, sus suaves filamentos y su comodidad te van a convencer de utilizarlos diariamente. Para una experiencia de higiene interdental más refrescante, podés elegir los palillos interdentales de goma con sabor a menta que se llaman Soft-Picks™ Comfort Flex Mint.
¿Querés saber más sobre cómo elegir el interdental que mejor se adapte a tus necesidades? Visitá nuestro artículo:
3. Usá un enjuague bucal como paso final:
Después del cepillado y de la limpieza interdental, es importante usar un enjuague bucal durante al menos 30 segundos. Elegí un enjuague bucal que esté formulado para cuidar suavemente de tus dientes y encías y el que mejor se adapte a lo que estás buscando.
4. Visitá a tu dentista con la regularidad necesaria:
Es importante que asistas a una visita odontológica al menos dos veces al año. Tu odontóloga u odontólogo es el mejor capacitado para ayudarte a prevenir la enfermedad de las encías y otras enfermedades de tu boca.
Con estos 4 sencillos pasos es posible prevenir el sangrado de encías y tener una boca limpia y sana. Pero primero, si te sangran las encías al cepillarte, debés acudir a un profesional. El profesional te recomendará las soluciones y productos más adecuados para vos.
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